La tostada siempre cae por el lado de la mantequilla.
Ley de Murphy
La margarina está para ayudarnos en el mundo de Murphy. “Si algo puede salir mal, es probable que salga mal.” Al menos es fácil untarla sin destrozar la tostada en el proceso.
El desayuno es la comida más importante para muchos. Un día cualquiera si puede convertir en un mal día, cuando nos damos cuenta que no hay nada que poner a la tostada. Hay algo confortante en una tostada caliente con sabor a mantequilla. Se disfruta a solas, con una taza de café o té. Se puede añadir algo dulce como una mermelada de fresa. Luego están los quesos y los jamones que se funden casi con más facilidad con su calor. De eso hablamos, cuando hablamos de desayunos.
Historia de la margarina
El patentado de la margarina se presenta en el Siglo 19 en Francia por su inventor, Hippolyte Mège-Mouriès. Se inventó como sustituto de la mantequilla. Se llegó a llamar beurre économique, o mantequilla económica antes de recibir el nombre de margarina. Es una emulsión de agua o de leche descremada y agua.
Viene en muchas variantes para cubrir las distintas necesidades culinarias.
- De untar, es la que acompaña la tostada del desayuno. Se parece en sabor y textura a la mantequilla.
- De cocción, cómo su nombre indica, se utiliza para cocinar.
- Veganas, sin grasas animales.
De la sartén al plato
La mantequilla no solo se usa para dar sabor a las palomitas. En el Tibet se añade tradicionalmente al té. El sabor es tan bueno que la idea ya ha conquistado otros rincones del mundo.
Cuando se calienta, la mantequilla se vuelve líquida rápidamente. Una razón por la que muchas salsas se preparan con ella. Ejemplos famosos son la Sauce Hollandaise o la béarnaise. Se usa para freír y saltear alimentos en una sartén.
Su lado dulce se descubre en la pastelería. Algunas galletas, como las shortbread dependen completamente de la mantequilla como fuente de líquido. Los croissants son impensables sin ella.
Domingo Gutierrez es distribuidor de margarina de primeras marcas en Canarias.