¿Cuáles son los colores característicos de un vino blanco? ¿Y qué hay de las 8 uvas más típicas? Hablamos del tipo de copa más adecuado y el maridaje con vino blanco.
Variedades de Vino Blanco
El vino blanco abarca un espectro de colores desde los que nos recuerdan a la paja, con tintes verdosos hasta un amarillo dorado intenso.
Los componentes de color de los vinos blancos se derivan de las distintas variedades de uva o mezclas utilizadas para elaborar el vino.
Los vinos blancos están hechos de jugo de uva y piel de uva de uvas verdes, doradas o de color amarillento.
Vinos espumosos o blancos
En el caso del champán y el vino espumoso, pueden elaborarse con uvas de vino blanco o solo con el zumo de uvas rojas seleccionadas. Es importante que no haya un contacto prolongado con la piel de las uvas, lo cual afectara al color del vino.
Descubre más información sobre los vinos tintos y espumosos en estas entradas de blog o visita nuestra página de vinos de primeras marcas.
Estas son las variedades de uva principales para vinos blancos
- Chardonnay
- Sauvignon Blanc
- Riesling
- Pinot Grigio
- Semillon
- Chenin Blanc
- Viognier
- Gewurztraminer
Maridaje de vino blanco
Aunque en general los vinos blancos tienden a ser más suaves que los tintos, hay considerables diferencias entre ellas. Un vino blanco puede ser liviano, mediano o con mucho cuerpo. Los Riesling se consideran representativos de los vinos más livianos mientras que el Chardonnay es considerado como un clásico de mucho cuerpo.
Las cantidades de alcohol oscilan entre un 8 y 14%.
Los blancos se eligen sobre todo para comidas ligeras y aperitivos. Su acidez y frescura les convierte en acompañantes perfectos en primavera y verano. Sin embargo, los vinos de mucho cuerpo maridan perfectamente a comidas de sabores más intensas.
Entre las carnes, se elige preferiblemente el pollo, teniéndose en cuenta el tipo de guarnición que lo acompaña. Los pescados y mariscos son apuestas seguras igual que las pastas de cremas suaves.
Cómo servir un vino blanco
El vino blanco se sirve frío y el tipo de copa adecuado evita que entre en contacto con el calor de nuestras manos y así mantenerse refrigerado.
Las copas de vino más adecuadas se caracterizan por un cristal o vidrio de alta calidad, transparente y sin adornos. Cuenta con unas paredes muy finas, de aproximadamente un milímetro.
Mientras que la copa de un vino blanco es parecida a la copa de un tinto, se puede reconocer por algunas diferencias. El tazón tiene forma de U alargada y más. Además, cuenta con una talla mayor y una apertura algo más abierta.