La poesía es siempre un acto de paz. El poeta nace de la paz como el pan nace de la harina.
Pablo Neruda
La harina refinada se encuentra muchas veces en el grupo de los venenos blancos, junto a la sal y al azúcar. Se le acusa de ser mala para la salud, de engordar y de contener ingredientes tóxicos. Salimos hoy a su defensa, tratando los 5 mitos más comunes.
Mito 1. La harina blanca engorda
Si hacemos caso de anuncios y artículos publicitarios, llegamos a la conclusión de que una dieta libre de trigo es saludable. Aparentemente tiene como consecuencia directa la perdida de esos kilos demás que tenemos. La realidad es bajar de peso tiene que ver con la cantidad de calorías que tomamos. Quitar completamente un ingrediente tan básico puede privar de nutrientes importantes que lleven este gran grupo de comidas.
Mito 2. Causa problemas de digestión
En algunos medios se propuso hacer el experimento de añadir un poco de agua a dos cucharadas de harina refinada. Esto pretendía ser representativo de lo que ocurre en nuestro intestino, dificultando la digestión y causando hinchazón al pegarse a las paredes gastrointestinales. En realidad, la digestión empieza con el masticado a través de las enzimas en la saliva.
Mito 3. El gluten es malo para la salud
Celiaquía es una enfermedad autoinmune. Quien la padece debe evitar el gluten en cualquier alimento. Puede tener efectos secundarios como diarrea, dolor abdominal, dolor de estómago, fatiga y dolores de cabeza. A tener en cuenta que sólo una muy pequeña parte de la población padece esta enfermedad celíaca o es sensible al gluten. Será el médico de cabecera quien lo determine por medio de pruebas específicas. Sin esta enfermedad o sensibilidad, el gluten es digerido con normalidad y no es malo para la salud.
Mito 4. No tiene nutrientes
La harina refinada se obtiene del endospermo del trigo, compuesto mayoritariamente por almidón. Se enriquece posteriormente con vitaminas del complejo B y hierro. Si es cierto que la harina integral contiene una mayor cantidad de vitaminas y fibra.
Mito 5. Blanqueantes tóxicos
A lo largo de la historia de la alimentación, se han añadido componentes químicos para mejorar el aspecto o alargar la duración. De ahí el mito de los blanqueantes como el óxido de cloro. En la Unión Europea no está permitido su uso.
No hay que evitarla excepto en casos concretos confirmados por el médico, pero si se recomienda un consumo responsable evitando excesos.
Domingo Gutiérrez es distribuidor mayorista de harina en Canarias.