El mundo de la cata de vinos, es normal encontrar un sinfín de términos y palabras que resultan complicados de entender para aquellas personas que no están relacionadas o familiarizadas con el lenguaje vinícola.
Por eso, hoy desde Domingo Gutiérrez vamos a hablar de un término que seguramente lo hayas escuchado en más de una ocasión: el vino redondo. Se trata de una palabra a la que se le han dado distintas definiciones y por lo tanto, supone que sea algo más difícil para los principiantes conocer de qué se trata.
¿Qué es el cuerpo del vino?
En las catas de vino, uno de los aspectos que se tienen en cuenta a la hora de puntuar es el cuerpo del vino. El cuerpo del vino hace referencia al aspecto que tiene el mismo, es decir, de manera visual que sea denso, oleico y opaco. Además, suelen ser vinos con fuerza y matices gustativos.
No es igual el cuerpo que tiene un vino joven que el cuerpo que tiene un vino de crianza.
¿Qué es un vino redondo?
Cuando utilizamos el término de un vino redondo, queremos hacer referencia a que este vino nos gusta. Pero, en muchas ocasiones desconocemos qué quiere decir este término en sí.
La mejor definición para un vino redondo podría ser equilibrio
Al decir que un vino es redondo, nos referimos a un vino que se encuentra en la fase de degustación en la boca.
Los vinos redondos son aquellos vinos que mantienen un equilibrio, de tal forma que, contiene las cantidades justas de todos los elementos básicos como:
- Acidez
- Dulzura
- Amargura
- Cuerpo
- Alcohol
También se trata de un vino caracterizados por tener una textura característica afrutada por lo general que inunda todo el paladar. Por lo tanto, podemos decir que un vino redondo es aquel aporta una sensación agradable o de redondez en la boca, siendo agradable y quedándonos con un buen recuerdo del vino que te incita a beber más.
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