Los aficionados a la cocina y a la gastronomía tienen en la harina de maíz y en la maicena dos de los ingredientes más utilizados. Si bien es cierto que los resultados que desprenden ambos es muy diferente, la realidad es que nos encontramos ante dos ingredientes muy diferentes.
Llevar a cabo la cocina con maicena o con harina de maíz pueden conllevar importantes diferencias. A continuación, las principales.
¿Qué es la maicena?
La maicena es un alimento que pertenece al grupo de los cereales, los granos y las harinas. Una de sus principales características, además de ser el motivo por el que se utiliza en tantas recetas, es que es muy rico en carbohidratos. Además de no contener gluten, una de sus principales señas de identidad. Convirtiéndose, además, en el ingrediente preferido para todas aquellas personas celíacas.
Entre el resto de aspectos positivos que conviene destacar, es importante señalar lo relacionado con la reducción del colesterol. Evitando al máximo la aparición de cualquier problema cardíaco.
¿Cuál es la diferencia entre la maicena y la harina de maíz?
Entre los múltiples elementos que diferencian ambos ingredientes, es importante destacar lo relacionado con la falta de gluten de la maicena. Para solventar esta falta de gluten, muchos cocineros utilizan huevo en la mezcla.
No obstante, y gracias a que la maicena necesita de una menor cantidad, supone un menor aporte en calorías y en carbohidratos.
La maicena y la harina de maíz aportan diferente grosor a las recetas. Por esta razón, la maicena es recomendable para esperar cremas, por ejemplo. Mientras que la harina de maíz suele utilizarse con mayor presencia en la repostería. Siendo un ingrediente fundamental para la elaboración de todo tipo de tartas y de pasteles.
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