Hace poco hablamos de los nuevos alimentos imprescindibles, a los que añadimos ahora los maridajes de la temporada de otoño. Legumbres, setas y calabazas cambian la paleta de colores en la mesa. Los acompañan vinos blancos ligeros, pero también los tintos con mucho cuerpo. Por supuesto, no pueden faltar los vinos rosados en los maridajes de esta temporada.
De platos de cuchara y tintos de temporada
No existe una temporada primavera-verano u otoño-invierno en el mundo de los vinos. Su producción no es continua y la vendimia se lleva a cabo entre verano y otoño. Pero si cambian las preferencias según las temperaturas y los platos que más apetecen. Pasamos de los platos más frescos y ligeros a los más contundentes.
Los platos estrella del otoño son las cremas, las sopas y los guisos. En la cesta de la compra no pueden faltar las calabazas y las setas.
Crema de calabaza o boletus
Las calabazas y las setas se convierten en manjares que piden vinos con personalidad. Ambas se prestan al maridaje de otoño, inconfundible y sencillo a la vez. Cuentan con un sabor distinguido con carácter que no requiere mucha elaboración adicional.
La calabaza aporta el color por excelencia del otoño. Un tono naranja cálido y luminoso acompaña un sabor lleno de matices, algunos de ellos hasta dulces. La crema de calabaza, con un toque de cayena para los que prefieran el picante, se acompaña de un Jerez, tan único en sabor como la propia calabaza. Por otro lado, un risotto con calabaza pide un vino blanco con cuerpo, como el Chardonnay.
Para disfrutar de un sencillo plato de setas, recomendamos un buen tinto, criado en barrica, que acompañe los matices y el recuerdo a la tierra. Para los amantes del vino blanco, en cambio un plato de boletus puede ser la elección preferida.
Un Tajín con Vino Rosado
En el Tajín se prepara un tipo de guiso, del mismo nombre, que cuenta con una rica paleta de especias. Nos vuelve a presentar el cocido, pero con matices nuevos a descubrir. Recomendamos un vino rosado, fresco y a la vez complejo, para acompañar los aromas exóticos del Tajín.