El maridaje de vinos se ha convertido en uno de los fenómenos culinarios más en auge. Siendo una de las tendencias gastronómicas más en firme del momento actual.
No obstante, y como consecuencia de todos los elementos que determinan su resultado, desde Domingo Gutiérrrez te explicamos todo lo que tienes que saber en torno a esta cuestión. Asegurándote el mejor resultado posible.
¿Qué es el maridaje de vinos?
Desde el punto de vista gastronómico, el vino es una de las bebidas más notorias que podemos encontrar. Con una amplia variedad tanto de sabores como de texturas. No obstante, es precisamente por esta gran versatilidad, el motivo que provoca que tengamos que prestar atención a multitud de elementos.
El maridaje se define como el proceso de unir una comida junto con la bebida que mejor case con ella. En el sector de la restauración, mediante este término se hace referencia a la combinación de la comida con el vino. Siendo el sumiller el encargado de llevar a cabo la recomendación pertinente de acuerdo a cada plato.
¿Cuál es el objetivo del maridaje de vinos?
El objetivo del maridaje no es otro que el de crear sensaciones nuevas. No solamente en el vino, sino también en el plato que lo acompaña. Una buena elección puede afectar de manera directa al gusto que van a desprender.
Si bien es cierto que en un primer momento es posible que encontrar la pareja perfecta pueda resultar especialmente complicado. Con el paso del tiempo, encontrar la mejor opción puede llegar a resultar sencillo siguiendo unas normas básicas.
Entre ellas, destacan las siguientes:
- No se deben tomar vinos blancos dulces con el marisco. Así como con la carne.
- Los vinos tintos no se deben maridar con moluscos y pescados.
- Se deben tomar los vinos blancos secos antes que los vinos tintos. Al mismo tiempo, también los vinos jóvenes antes que los añejos.
- Si maridamos con diferentes vinos, únicamente es necesario un sorbo de agua para poder diferenciar sus sabores.