Originario de Corea, el Kimchi es uno de los platos más conocidos de la cultura asiática. Además de por su característico sabor, nos encontramos ante un alimento capaz de desprender una gran cantidad de beneficios para nuestro organismo. Entre ellos, destaca especialmente su alto aporte vitamínico. Considerado como una importante fuente de Vitaminas A, B y C.
Según la propia Organización Mundial de la Salud, es uno de los cinco alimentos más sanos del planeta. Al tratarse de un alimento vivo, a base de col fermentada, cuenta con una gran cantidad de probióticos. Esenciales para el correcto ejercicio de nuestro organismo.
¿Cómo se prepara el Kimchi?
Una vez explicados algunos de sus beneficios más importantes para nuestro organismo, es momento de explicar su preparación. Ten la receta cerca, puesto que se va a convertir en una de las tendencias gastronómicas más perseguidas a lo largo de todo el mundo.
Los ingredientes que necesitaremos serán los siguientes:
- Una col china
- Sal gorda
- 100 gramos de harina de arroz
- 4 dientes de ajo
- Perejil fresco
- Un trozo de jengibre
- Dos cucharadas de azúcar
- Pimentón picante
- Seis cucharadas de salsa de pescado
- Dos litros de agua
Una vez reunidos todos los ingredientes, es momento de llevar a cabo la elaboración. Para ello, deberemos partir la col en trozos. Poner un recipiente con agua y sal gorda y, cuando comience a hervir, introducir todos los trozos de col. Es recomendable dejar reposar la solución durante unas diez o doce horas.
Acto seguido, debemos triturar los ajos con el jengibre. Mezclar la harina de arroz con el pimentón y, a continuación, formar una pasta a partir de esta mezcla. Debemos añadir a la mezcla la pasta de ajos y jengibre llevada a cabo previamente.
A posteriori, en último término, debemos incorporar a la pasta el perejil, la salsa de pescado y el azúcar. En este momento es cuando debemos bañar toda la mezcla con los trozos de col que hemos reservado previamente.
Debemos guardar tapado en la nevera el Kimchi durante unos días, con el objetivo de garantizar su fermentación. A partir del tercer o cuarto día estará perfecto para poder comerlo. Por sus propiedades, es posible mantenerlo en la nevera hasta pasado un mes. Siendo un plato perfecto para tenerlo siempre en la reserva.