Las propiedades alimenticias de los pescados en conserva.
Con frecuencia los consumidores nos preguntemos si los pescados en conserva preservan sus nutrientes, así que salgamos de dudas.
Los primero que hay que destacar es que son numerosos los estudios que afirman que las características nutricionales de los alimentos en conserva son muy parecidas a la de los alimentos frescos cocinados. En el caso concreto de los pescados la forma más común de envasarlos es en aceites vegetales, escabeche o al natural, procesos industriales que hacen que los productos conserven intactas sus vitaminas y minerales.
Y no sólo es que no pierdan sus propiedades, sino que en el caso de las conservas de pescado azul (atún, caballas, sardinas…) en aceites vegetales como el de girasol o de oliva hacen que estas conservas sean especialmente cardiosaludables, ya que suponen un aporte importante de ácidos grasos como el omega 3, muy beneficiosos para el corazón y el sistema circulatorio.
Durante el proceso de envasado y cocción, el calor favorece la digestión del alimento al hacer que sus glúcidos, generalmente polisacáridos como los almidones, sean más fáciles de digerir. Por otro lado, al ir envasados y protegidos de la luz solar alguna de sus vitaminas fotosensibles no se pierden, y perduran en el tiempo. Además, el proceso de envasado pasa por un periodo de cocción, esterilización y sellado que garantiza unas óptimas condiciones higiénico-alimentarias.
En definitiva, las conservas se han convertido en parte de nuestra dieta y de nuestros hábitos alimenticios con la tranquilidad y garantía de que se trata de una costumbre saludable.