Suena difícil aprender a distinguir y apreciar los diferentes aromas del vino ¿Cómo se disfruta de una experiencia completa al degustar el vino?
Quién sabe degustar, no bebe jamás el vino, sino que degusta secretos.
Salvador Dalí
¿De dónde vienen los diferentes aromas del vino?
Aunque el vino se prepara con uvas, a la hora catarlo, los expertos mencionan una gran variedad de aromas.
Primero, distinguimos tres términos:
“nariz”: los aromas del vino en su conjunto
“bouquet”: aromas que aporta cada crianza
“aroma”: cada uno de los aromas por separado
El sabor de una uva es diferente al del vino que se produce con ella. Esto se debe, en líneas generales, al proceso de fermentación, en el que se liberan estos compuestos volátiles. Una vez en la copa, el alcohol se evapora, y al olerlo, acerca estos componentes a nuestra nariz.
Cada vino cuenta con cientos de compuestos volátiles (Vinetur nombra ¡más de 900!), y requiere tiempo y entrenamiento, reconocerlos.
Claves para identificar los aromas
Los principales aromas son:
- florales
- especiados
- balsámicos
- minerales
Fellini añade además el sabor a gloria
Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador.
Federico Fellini
Los descubriremos en 3 pasos:
- primero, se huele la copa parada
- después, se mueve el vino dentro de la copa, girándolo, y se vuelve a oler
- por último, se saborea, apreciando los aromas que aparecen en este último paso
Tintos y blancos, frutas y flores
Con una copa de vino tinto, se puede nombrar a frutos rojos, entre ellos fresas, arándanos o frambuesas, pero también moras o higos. Entre los aromas florales pueden aparecer rosas, geranios o violetas.
En cambio, los vinos blancos evocan aromas cítricos de pomelo o naranja, además de otros aromas, como lo son la pera o el albaricoque.
Es mucho más fácil de lo que parece
Si queremos empezar a identificar aromas y sabores, lo mejor es aprender comparando vinos muy diferentes, por ejemplo
- un vino viejo con uno joven
- zonas climáticas muy diferentes
Lo más importante es mantener una mente abierta. Es tan sorprendente como posible, detectar un aroma a leche, como imposible reconocer el aroma de lichi, si nunca hemos probado la fruta.
En cambio, dejamos que nuestra memoria busque el olor que más familiar le resulte en base a lo que estamos saboreando en el momento.
Además, existen cajas de aroma que ayudan a entrenar el olfato y a aprender a clasificar los tipos de aroma.