¿Hay un tipo de queso para cada plato? No es una cuestión sencilla, entre desayunos, ensaladas, pizza y pasta y por supuesto, vinos.
Son muchos los factores a tener en cuenta, como lo son las texturas, los sabores y también la historia y tradiciones. Nos basamos en las recetas clásicas para asegurarnos que cada plato quede perfecto.
Quesos y vinos necesitan respirar
En primer lugar, los quesos requieren un tratamiento especial. Igual que el vino, necesitan respirar. Aunque se conservan en la nevera, los quesos no se sirven fríos, ya que esto escondería su sabor natural. Cuanto mas maduro el queso, mas tiempo de debe dejarse reposar a temperatura ambiente.
Un queso para cada plato
Hay una gran variedad de quesos, curados, de aroma intenso, de textura cremosa y con nueces.
Desayunos con queso fresco
Según el día, nos puede apetecer más un desayuno dulce o salado. Los dulces, con mermeladas y miel acompañan perfectamente con quesos frescos, como el Burgos. Añade unos nueces para un plato rico y nutritivo.
Por otro lado, los salados con embutidos y huevo acompañan los quesos mas grasientos y sabrosos, como el gouda o el emental.
Ensalada para almorzar
El secreto de una ensalada rica esta en sus ingredientes. Una vez mas, los quesos frescos blancos son una buena opción ya que combinan con muchos alimentos diferentes. El feta, un queso griego salado, añade mucho sabor y pide una ensalada fresca con pepinos y aceitunas.
Los quesos azules, como la gorgonzola, acompañan una ensalada de pollo empanado. Otra conocida ensalada a la Cesar, con parmesano.
Gratinar o fundir
La pasta y la pizza cuentan tradicionalmente con algún tipo de queso, a veces incluso varios quesos.
El parmesano enriquece la experiencia de una buena salsa, como por ejemplo la boloñesa.
La mozzarella se funde perfectamente sobre la base de pizza aunque también se disfruta sin calentar.
Postres
La mascarpone y la ricota son quesos perfectos para el postre. Son suaves, cremosos y grasos. La ricota con melocotones en almíbar es un postre sencillo y rico. La mascarpone en cambio es el ingrediente básico del tiramisú.
El maridaje con vinos merece un articulo propio.