En la época navideña, no hay mejor bebida por excelencia que el champagne o el cava, ya sea para hacer unos brindis o para acompañar un delicioso banquete. Gracias a la acidez natural de ambos, refresca el paladar a la par que combina a la perfección con gran cantidad de platos. Sorprender a tus invitados puede ser muy sencillo si logras un buen maridaje en tus comidas, consiguiendo el equilibrio perfecto entre el sabor y las sensaciones. Por ello, hoy en Domingo Gutiérrez vamos a contarte como maridar el cava y el champagne durante las fiestas navideñas.
Es muy común realizar un maridaje incorrecto de las comidas, lo que echa a perder el trabajo y tiempo empleado en la cocina. Si es cierto que el gusto de cada persona también entra en juego, ya que lo que a unos les parece una buena combinación, a otros les puede resultar desapacible. Por ello, a continuación veremos, en términos generales, que platos suelen maridar mejor con el cava y el champagne.
Claves para maridar el cava y el champagne correctamente
El primer aspecto que debemos tener en cuenta es que el champagne es más dulce que el cava, ya que cuenta con un sabor más ligero y afrutado. También decretar que tipo de maridaje vamos a realizar. Puede ser por contraste, buscando el equilibrio entre los alimentos y la bebida. O por complementación, procurando que los sabores se complementen armónicamente.
Los espumosos y el queso combinan a la perfección, consiguiendo una sensación refrescante a la par que potencia los efectos agradables tanto de uno como de otro. También, los espumosos, compaginan estupendamente con los aperitivos, desde hojaldres y canapés hasta jamón ibérico y ostras. Siempre que este se encuentre en la temperatura adecuada. Suelen ser la opción ideal para comenzar la noche.
El problema de maridar las ensaladas se encuentra en sus ingredientes cambiantes. Aquellas que lleven frutas maridan muy bien con los espumosos gracias a su dulzor. Además, existe una amplia gama de vinagres dulces que enriquecen estas bebidas, sobre todo aquellos más dulces. Los pescados y mariscos, al igual que los arroces, piden un espumoso afrutado, que cuente con un toque de acidez que aporte frescor al plato. Una elección perfecta para crear una gran combinación.
La carne resulta más complicada maridarla con un espumoso, para ella la mejor opción es es un rosado con maderación o un espumoso con más cuerpo. Un truco que te damos es, que si no consigues maridar la carne, la complementes con una guarnición. Con alcachofas y comidas picantes este tipo de bebidas no casa bien, por lo que no te recomendamos que los juntes. Por último, en cuanto a los postres, el champagne siempre es una buena elección, siempre que no sean excesivamente dulces y se alejen del chocolate, debido a que la acidez no va con el amargor.